Antiguamente el whisky era así.
Un ejemplo de como los escoceses hacían su destilado antes de tener que introducirlo en el mercado inglés.
NOMBRE: Ardbeg 10 años
TIPO DE WHISKY: Single Malt Scotch Whisky
ORIGEN: Port Ellen, Isla de Islay
AÑO DE FUNDACIÓN: 1815
GRADUACIÓN: 46 % ABV – no filtrado por enfriamiento.
NOMBRE: Ardbeg 10 años
TIPO DE WHISKY: Single Malt Scotch Whisky
ORIGEN: Port Ellen, Isla de Islay
AÑO DE FUNDACIÓN: 1815
GRADUACIÓN: 46 % ABV – no filtrado por enfriamiento.
Objeto de culto por parte de los expertos, en 2008, fue considerado ’ el Whisky Mundial del Año ‘ por Jim Murray (uno de los mayores expertos del sector).
Ardbeg Diez años es reverenciado en el mundo entero como el Whisky Single Malt de Islay más complejo de todos. No es solamente es ahumado de turba sino que cede el paso al dulzor natural de la malta para producir un whisky de equilibrio perfecto.
Es normal que mayor parte de whiskies son filtrados por enfriamiento y rebajados a 40 % GL. Ardbeg Diez años, sin embargo, no es filtrado por enfriamiento y tiene un tenor alcohólico de 46 % grados, -conservando así-, el máximo sabor y otorgándole al mismo tiempo mayor cuerpo y profundidad.
Es normal que mayor parte de whiskies son filtrados por enfriamiento y rebajados a 40 % GL. Ardbeg Diez años, sin embargo, no es filtrado por enfriamiento y tiene un tenor alcohólico de 46 % grados, -conservando así-, el máximo sabor y otorgándole al mismo tiempo mayor cuerpo y profundidad.
Ardbeg adquirió su licencia en 1815, el mismo año que la destilería Laphroaig y un año antes que Lagavulin. Estas 3 destilerías se encuentran muy cercanas entre sí, sobre la carretera de la costa de Port Ellen en la remota isla de Islay (Escocia). Como la mayoría de las destilerías remotas, Ardbeg sufrío distintas y difíciles etapas hasta convertirse en uno de los Single Malts de Islay más famosos de la actualidad. Desde sus comienzos y tras un máximo de 60 trabajadores, la plantilla quedó en apenas 18 en 1981 cuando fue cerrada temporalmente por Allied Distillers, que en ese entonces también era dueña de Laphroaig. El turboso malta de Ardbeg era casi desconocido, pero en 1989, las cosas comenzaron a cambiar, cuando la demanda de whiskies cobró fuerzas nuevamente. Tras una etapa de producción a pequeña escala, en 1997 fue adquirida por Glenmorangie quien la refaccionó por completo logrando posicionar este intenso whisky con cada vez mayores admiradores.
Situada junto al mar y en los días de fuerte viento (muy frecuentes en la región), el oleaje se estrella en la costa, acumulando algas cuyos aromas se integran en la complejidad del whisky producido. Los matices yodados de las algas se mezclan de forma exquisita con el aroma de turba proveniente del método de tostado de la malta, que se realiza quemando la turba de procedencia local en secaderos provistos solamente de aireación natural (sin extractores).
El humo acumulado impregna la malta, dádole así un aroma final de turba con una rusticidad plena de encanto, con gran finura y riqueza de expresión. El proceso termina con su envejecimiento en barricas de roble.
Situada junto al mar y en los días de fuerte viento (muy frecuentes en la región), el oleaje se estrella en la costa, acumulando algas cuyos aromas se integran en la complejidad del whisky producido. Los matices yodados de las algas se mezclan de forma exquisita con el aroma de turba proveniente del método de tostado de la malta, que se realiza quemando la turba de procedencia local en secaderos provistos solamente de aireación natural (sin extractores).
El humo acumulado impregna la malta, dádole así un aroma final de turba con una rusticidad plena de encanto, con gran finura y riqueza de expresión. El proceso termina con su envejecimiento en barricas de roble.
NOTAS de CATA:
Vista: color oro ligero.
Nariz: intenso humo a turba con yodo y algas marinas. Notas oceánicas con tonos de alquitrán de hulla, bosque, brea y pescado ahumado.Boca: característico sabor herbacéo único, levemente antiséptico y con muy buen cuerpo. El humo seco con sabor a turba se aprecia en el paladar como un dulzor que se seca rápidamente hacia un final ahumado con leves notas de café, sutil anís y rastros de cebada suave.